Trabajar con el trauma
"No te estás curando para poder manejar el trauma, estás acostumbrado al trauma; te estás curando para poder manejar la alegría".
-desconocido
Recuperar los pies en la tierra
Muchas personas han vivido un acontecimiento traumático. Algunos se preguntan si volverán a sentirse "ellos mismos". Pues bien, no son los únicos. Alrededor del 90% de las personas experimentan al menos un acontecimiento traumático en su vida (Kilpatrick et al., 2013) y, según la Replicación de la Encuesta Nacional de Comorbilidad, la prevalencia del TEPT en adultos fue de algo menos del 7% entre 2001 y 2003 (Departamento de Asuntos de los Veteranos de Estados Unidos, s.f.).
Sin embargo, esto no es el final de la historia. Las personas que han sufrido un trauma pueden, sin duda, encontrar formas de reconectar con su cuerpo, reprocesar el trauma y mantener relaciones gratificantes.
Volver a dibujar el plano
Muchos estudios demuestran que cuando alguien ha experimentado un trauma, puede beneficiarse de la reestructuración de la narrativa de ese incidente para recuperar la perspectiva, pero también para reinterpretar la forma en que el cuerpo almacena la carga emocional de contener la huella traumática en el cuerpo. A menudo, esto significa contrarrestar los pensamientos automáticos asociados al suceso traumático, regular la respuesta protectora del cuerpo y procesar mejor el incidente traumático. Cuando tenemos problemas para procesar un acontecimiento traumático, del que hablamos cuando se ha hecho, oído o presenciado un daño significativo, puede haber efectos duraderos en el estado de ánimo, el funcionamiento diario y las relaciones. Procesar significa que uno puede atender a los sentimientos y percepciones del suceso traumático para que la persona pueda superar más fácilmente el trauma y tomar distancia de él.
Calmar el cuerpo
Cuando nos sentimos amenazados, nuestro cerebro envía señales a nuestro cuerpo para que luche, corra o se paralice. Nuestro cerebro superior, nuestro cerebro funcional, se apaga entonces de forma efectiva. La cuestión es que, a veces, después de que la amenaza haya desaparecido, el cerebro sigue enviando señales de estrés que mantienen al cuerpo en un estado de estrés elevado (Van der Kolk, 2014). Por eso, para recuperarse de un trauma, es importante animar a la mente a utilizar la parte superior del cerebro. Esto calma el cuerpo, ayuda a integrar nuevas experiencias y genera una sensación de seguridad. Según Van Der Kolk (Interlandi, 2014), al poner el cuerpo en armonía consigo mismo, y con los demás ayudando al cuerpo a tolerar sus propias sensaciones, podemos sanar el trauma y generar seguridad y confianza.

Formas de curarse de un trauma.
Terapias y actividades centradas en el cuerpo
Para algunas personas, el tiempo es el ingrediente clave para superar el trauma. Para otras, un acontecimiento traumático puede suponer un enorme desgaste emocional y físico. Y admitámoslo, puede ser muy difícil centrarse en los momentos en los que uno se sintió más aterrorizado o avergonzado. Esto es válido para todos nosotros. Hay terapias específicas que pueden ayudarte a sanar procesando pensamientos y recuerdos y calmando el sistema nervioso, como la EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares). Otras prácticas como la música, la danza, el canto y los tambores también pueden ser eficaces para calmar el cuerpo.
Preguntas comunes
No quiero contarle a un extraño todo sobre mí
La función de la terapia es establecer un espacio de confianza en el que puedas explorar los temas que son importantes. Una relación terapéutica es mejor cuando se trata de un verdadero intercambio y colaboración entre tú y el terapeuta, de modo que cualquier cosa de la que quieras hablar es el punto de partida. Especialmente en el caso de los traumas, es fundamental que te sientas lo suficientemente seguro como para explorar y profundizar. Mi trabajo como terapeuta es proporcionar un espacio seguro y respetar el ritmo al que te sientas mejor.
Si voy a un terapeuta, ¿significa que tengo un problema grave?
En mi opinión, pedir ayuda es el distintivo de querer cambiar. Las personas responden de manera diferente a las dificultades en sus vidas. Tiendo a no clasificar las dificultades como graves o leves, sino más bien por la forma en que la persona se ve afectada por un problema. Si uno se enfrenta a un reto y tiene problemas para afrontarlo, suele ser una señal de que esa área en particular merece atención. Una vez que se ha abordado este problema y se ha alcanzado la autorrealización, la relación terapéutica debería llegar a su fin.
¿Tendré que revivir todo lo que pasé?
No hay una única manera de superar el trauma. Algunas personas consideran que desarrollar habilidades de afrontamiento es la mejor manera, otras prefieren pensar más en ello desde otras perspectivas, o deciden que emprender una acción social ayuda a aliviar los problemas. Sea cual sea su preferencia, es importante mantener la coherencia en su camino y dar pasos para abordar el problema. Aunque algunos de los resultados más exitosos provienen de la reconstrucción de un evento traumático, la terapia es realmente como una danza en la que hay un toma y daca. El trabajo terapéutico surge de las necesidades, historias y esperanzas particulares que presentas, y de la flexibilidad del terapeuta para atender la situación única que traes.
Tengo un hijo que ha sufrido un trauma. ¿Será capaz de procesarlo?
Es muy útil procesar indirectamente los traumas a través del dibujo y el juego con niños y adolescentes. Especialmente en los últimos años, con nuestra crisis sanitaria mundial, los traumas provienen de oír hablar de peligros relacionados con el COVID-19, como muertes o contagios. Según mi experiencia, los niños superan los acontecimientos traumáticos representando diferentes elementos del trauma que pueden explorarse con el terapeuta. Al trabajar con muchas familias con niños, algunas de las herramientas más exitosas fueron crear rutinas y actividades calmantes que ofrecieran un mejor andamiaje para un paisaje interno y externo tranquilizador. Esto ayudó a los niños a sentirse más relajados, esperanzados, "juntos" y conectados con otras personas.
Preguntas comunes sobre los niños
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Es hora de tender la mano
Puede que llamar a un terapeuta lleve semanas en tu lista de tareas pendientes. A veces, la parte más difícil de la recuperación es el primer paso, que consiste en tomar la iniciativa de probar algo nuevo. Hace falta mucho valor y energía para acudir a alguien y pedirle ayuda. No te preocupes. Todos pasamos por esos momentos de duda. Envíame un correo electrónico o un mensaje de texto y podemos concertar una consulta gratuita de 15 minutos. Estoy deseando saber de ti.